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Siete Paseantes hundidos para lubina

Siete Paseantes hundidos para lubina, ¿no podían ser 5 o 10? No, tienen que ser siete, los magníficos siete o los siete mejores que tenemos en la tienda, en fin, vamos que el espacio es tirano.

Siete Paseantes hundidos para lubina
SPM de Bassday

El SPM de Bassday merece abrir el desfile simplemente porque es el más conocido, el más utilizado y con muchas probabilidad el más vendido de la tienda y con más vendido quiero decir el señuelo que en absoluto más se vende en Caranx.net. Hay poco que contar sobre ello ya que lo habéis probado casi todos los que estáis leyendo este artículo, pero me gusta evidenciar por un momento el diseño tan estilizado que no hay en otros paseantes hundidos para lubina, es especial y recuerda el perfil de algunos cebos de los que se nutre a menudo nuestra reina. Hay cuatro medidas disponibles: 55mm, 75mm, 90mm y 110mm las mejores para la lubina son las tres superiores, quizás con el 90mm como arma todoterreno y el 110mm ya para aventurarse en playas y veriles donde la corriente, el viento y el oleaje demandan más alcance balístico.

Siete Paseantes hundidos para lubina
Skid Slider 95 de PoziDrive Garage

Skid Slider 95 de PoziDrive Garage

Con sus 22gramos de peso el Skid Slider se lanza muy lejos y esto ya le brinda cierta ventaja a la hora de ir acosando robalos desde costa, pero si solo fuera el lance su punto fuerte… Agárrate que aquí hay un vídeo, entra en este enlace y vete al final de la página. Siéntete y disfruta que son dos minutos en los que verás lo que llega a hacer este paseante hundido, bien con recogidas lentas, bien dándole fuerte a la manivela se aprecia el gran trabajo que hacen los locos de PoziDrive Garage. El meneo es impepinable, no tiene desperdicio y el muñeco se mueve como si no fuera de ABS, absolutamente recomendable ¡cispúm!

Siete Paseantes hundidos para lubina
Yoichi de IMA

Yoichi de IMA

También en este caso tenemos un vídeo y se enciende la bombilla, vaya, ¿esto es lo que puedo hacer con este plasticorro? Si te gusta el estilo japo simplemente le tienes que dar al gira-gira, pero si eres más inquieto, como la mayoría de nosotros, entonces usarás el Yoichi de IMA como un paseante hundido y le sacarás mucho partido. Este es otro d ellos que se lanza lejos, pesa 18 gramos la criatura, pero, si quieres un modelito más discreto que se menea muy bien en aguas más someras o cuando hay pez pasto pequeño tienes el Yoichi 70 Diet de IMA de solo 9 gramitos.

Siete Paseantes hundidos para lubina

Flat Flutter 95 de PoziDrive Garage

Me dice un amigo, este es el paseante hundido para lubina definitivo, el que te permite un control preciso sobre el movimiento y tanto da que viaje debajo del agua, sabes perfectamente que se está moviendo como tú le mandes. En este caso el vídeo es un media birria, no se ve mucho pero suficiente para apreciar que el coleteo del Flat Flutter 95 es más estrecho que en otros y que hay amplio margen para juguetear con ello. Pesa 20 gramos y, evidentemente, no tiene un freno aerodinámico, vuela, así de fácil, y peina las playas como si no hubiera un mañana. Toma nota.

Siete Paseantes hundidos para lubina
Honey Trap de IMA

Honey Trap de IMA

Me encanta ver este señuelo meneando la cola como un labrador. Es exagerado el movimiento que tiene, incluso gracioso hasta que le metan un viaje. Aquí también hay un vídeo que nos viene en auxilio, míralo en la página del Honey Trap de IMA, vas a entender perfectamente porque nos gusta tanto. Hay dos medidas disponibles 70mm x 12g y 95mm x 20g, tu sabrás muy bien cual utilizar y en que lugar, es un señuelo que no debería de faltar en tu caja.

Siete Paseantes hundidos para lubina
Re-Bird de Reed

Re-Bird 90 de Reed

Canela fina por aquí, presten atención porque ya hemos llegado a uno de los niveles más elevados de frikismo. Estos japos hacen cosas muy peculiares, como el Feel, que no hemos metido en esta selección porque muy paseante hundido no es, es decir, meneo tiene lo justo. Volviendo a nuestro sujeto, el Re-Bird de Reed se lanza bien, que es un poco la tónica general de estos señuelos, todos disfrutan de buen vuelo, y una vez en el agua zigzaguea con más amplitud, reconoce la derecha y la izquierda y aprovecha al máximo el ángulo que le deja el bajo de línea y nuestros tirones. Apunta en la lista para cuando necesites hacer spinning desde costa con uno de estos siete paseantes hundidos para lubina.

Siete Paseantes hundidos para lubina
ZigZag Bait de PoziDrive Garage

ZigZag Bait de PoziDrive Garage

Y con la Z acabamos ya el tostón sobre los magníficos siete paseantes hundidos para lubina. Este está que se sale, es difícil que no te enganches al movimiento del ZigZag Bait porque es de traca, vamos que juega en la Champions y además sin dificultad ninguna, solo tienes que limitarte en darle al motor de la muñeca. En principio muchos de estos señuelos caen dentro de la categoría “slalom” pero aquí seguimos llamándolos paseantes hundidos, que se nos da mejor, hay docenas de categorías que determinan cada tipo de señuelo, pero chicos, que pereza estar de tras de todo el mamoneo, esto lo dejo a los más frikies del planeta y disfruto aprendiendo virguerías de ellos. Ojo al vídeo de este plástico, ahí se ve el arte que tiene.

Gracias por haberte tragado hasta el final este reducido e imperfecto manual sobre los siete paseantes hundidos para lubina, esperemos pueda ser de ayuda al momento de elegir tus herramientas, ciao.

Lubinas a spinning desde costa.

Parece mentira, pero todavía me acuerdo de mi primeras lubinas a spinning desde costa. Corría el año…bueno un año, hace ya bastante de ellos, quizás muchos de los que estén leyendo este artículo ni habían nacido, y un servidor, feliz de haber llegado a España iba a estrenar la pesca en la Isla Graciosa, en el archipiélago Chinijo, todavía terreno relativamente virgen y con una presión de pesca por aquel entonces limitada. Trastornado, decidí compartir muy poco spinning con curricán de altura, buscando wahoo y serviolas con pez vivo. Por aquello de mi segunda visita, en una esquina de Montaña Clara, cuando todavía estaba permitido pescar, una hermosa lubina decidió desafiar las leyes de la naturaleza y engullir, enterita, una boga viva que íbamos remolcando. Es posible que en ese momento a un servidor se le encendiese una bombilla, si es que todavía había neuronas vivas.

A la vuelta al apartamento preparé mi equipo de spinning y sin tiempo mediar me acerqué a la playa al lado del puerto. Dos dedos de agua, mar rizada por el viento y un hombre de nacionalidad italiana a medio remojo, con una antigua Browning de hasta 28 gramos, Penn 4000 y monofilamento de 12 libras. ¿Trenzado? ¿Eso que es lo que es? N’idea chicos, en esas eras geológicas así pescaba uno, con un hilo como una cuerda de colgar la colada y un Crystal Minnow de 13cm. El primer contacto con algo vivo fue con una anjova de unos 50/75 gramos, vamos, un micro depredador con más hambre que un león encerrado en un invernadero. Me pareció gracioso, en fin, le dejé irse con la promesa de volvernos a ver cuándo hubiese llegado a la mayor edad, y seguí lanzando.

Pensando en mis cosas, normalmente chicas o algo del trabajo que me había dejado en Madrid, iba haciendo tiempo a la espera de cenar en el club que era un momento muy esperado del día porque se comía de muerte. Y entre lance y otro, de repente el parón en seco. Porelamordediosqueleñazo. Ahora nos hace sonreír, pero en aquel entonces pocos de los isleños sabían que significaba pescar lubinas a spinning desde costa, ya que dicha técnica, como el maestro Yoda diría, poco conocida era. Pim pam, pim pam y otra vez pim pam, entre el freno del Penn y un poco de sentido común el bicho llegó a la orilla, y por mi increíble sorpresa ahí tenía mi primera lubina a spinning desde costa, ¡y que lubina! Le calculé unos tres kilos, pero es posible que fuese algo más liviana, y sin hesitar la llevé a puerto seguro y enseguida al club náutico para que aquella gente la transformase en deliciosa cena para los huéspedes. Digamos que por un momento se me olvidó lo de la captura y suelta, cosas de la euforia.

Lubinas a spinning desde costa

Sin saberlo ya estaba vendido, el gusanillo, la fiebre, el mono de la pesca de la lubina a spinning desde costa estaba sembrado, en pocos instantes me había invadido y no existía antídoto para sujetar semejante avalancha de trastornos. Lo del curricán enseguida pasó a la historia y el resto de mi semana y del resto de mi vida, y del resto de mis ahorros acabaron despilfarrados en las tiendas especializadas de aquel siglo hasta finalmente tener mi propria, para poder contar con todos los juguetes que me gustasen. Lo gracioso es que ahora nos ponemos muy finos, si es que la caña tiene que ser muy sensible, si el carrete va a ser rápido y los señuelos de las marcas más raras que hay en el planeta, pero entonces un servidor a unos Yo-Zuri, que ahora ni tengo en la tienda, les sacaba un partido que no veas.

La realidad es que antaño la pesca de lubina a spinning desde costa era otra cosa. Recuerdo un pescador francés que hizo una captura récord usando una zanahoria como popper, y lo que trillaba el Crystal Minnow, señuelo menos lanzador que un palito de balsa, pero muy efectivo para peces – digamos – cercanos a la costa. Ese mismo minnow me regaló una lubina de peso similar justamente al lado de San Sebastián, en la zona más abaleada de la bahía, con marea creciente y un atardecer que dejaba sordos. Y también sacaba jureles, tarpones y sargos en Los Jardines de la Reina en Cuba, e inclusive me enseñó que aquellos depredadores atacaban en superficie, una vez que se quedó enredado y empecé a recuperarlo a ras de agua a mil por horas. Ríete tu ahora, pero en esos años ni el tato sabía como se pescaba en el jodío trópico y la pesca en superficie en el mar era asunto de pocos “iluminati”. Fíjate que para sacar mi primera loba con un Surface Cruiser tuve que ir a por striped bass en Massachussets y aprender de aquello.

Lubinas a Spinning desde costa

Ahora estamos en la máxima difusión de la información, hay testimonios por doquier, cada cual tiene su blog, un canal en YouTube o el maremágnum de Facebook o Instagram, y yo hablando de tiempos en los que las revistas todavía llevaban el cotarro, y los fórums ni se habían asomado. Si quieres aprender a pescar lubina desde costa tienes el mundo a tus pies, con unas 72 horas de dedicación te pones en plan tercer dan de aquello y ya estás enseñando al mundo como se hace. Es un periquete, pero una vez de morros con las olas, lejos del teclado, la realidad te devuelve a tu dimensión y de nuevo detrás de la pizarra con el gorro puntiagudo y las orejas de burro. Oiga, que esto no es moco de pavo, vamos que es territorio comanche, y por cuanta suertes puedas tener llegará un momento en el que habrá que joderse y volver a tomar apuntes. Pues eso, la pesca de las lubinas a spinning desde costa no se aprende en un día o dos, es como un maratón, pero de aquellos a la Forrest Gump, que no tienen fin.

Nicola Zingarelli

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