Todos tenemos obsesiones en la pesca, hablemos de ello.
Últimamente lo de pensar y transferir los flujos de mi materia cerebral sobre un papel blanco se me hace harto complicado. La musa me ha dejado en dique seco y hay que tirar de práctica para sacar algo mínimamente decente a la luz. Esta es la razón por la cual este blog está algo adormecido esperando que un chorro de tinta virtual empiece a rellenar el hueco de la pantalla y cuente algo que merezca la pena leer hasta el final.