En aquellos días en los que no conseguimos que nos piquen ni los mosquitos empezamos a elucubrar conceptos, a menudo sin mucho sentido, que de una manera u otra intentan poner un parche a lo sucedido, es decir encubrir el bolo monumental que acabamos de comernos. Las llamamos excusas de la pesca pero en realidad a veces no son más que especulaciones, es decir, intentamos razonar sobre lo sucedido y encontrar una razón que lo explique.
Yo llevo unas cuantas en mi librillo, aquí las voy desgranando, vosotros podéis añadir las vuestras en los comentarios.